Pues bien, llegó la hora de parar y tomarnos un tiempo para cuidarnos y evitar que lleguemos a estos extremos. Y si ya hemos llegado, con más razón necesitamos este tiempecito para evitar que se vuelva a repetir. Los ejercicios que os vamos a enseñar os ayudarán a relajaros y a liberaros de toda esa tensión acumulada, para que la ansiedad no se apodere de vosotros. Además también os serán útiles para ponerlos en práctica si alguien pasa por una crisis de ansiedad y así ayudarlo, o si la pasáis vosotros mismos, porque ¿quién os dice que estéis a salvo y nunca os vayáis a encontrar con este problema? Por eso es importante que conozcáis los ejercicios y que los pongáis en práctica, como si formasen parte de tu vida diaria. ¡No seáis perezosos y poneros a ello!
Son ejercicios tanto de relajación como de respiración, ya que ante un ataque de ansiedad no sólo es importante saber relajarnos sino que también es importante que sepamos controlar nuestra respiración. Y además son ejercicios que puede realizar cualquier persona, desde niños a ancianos. Deberéis realizarlos en un lugar tranquilo, sin mucho ruido y con poca luz. No hace falta que en tu rutina diaria los hagas todos bastará con que hagas alguno de ellos unos 10 minutillos.
Primero vamos a hablar de los ejercicios de relajación, para hacerlos deberéis estar sentados en una silla, con los ojos cerrados y realizando respiraciones profundas. Consistirán en ir contrayendo partes de nuestro cuerpo, mantenerlos contraídos unos 10 segundos e ir relajándolos lentamente.
- Contraed la frente, arrugándola todo lo que podáis, mantened la contracción y la vais relajando.
- Continuad con la mandíbula, apretando los dientes y contrayendo los labios, mantened y vais relajando.
- Con el cuello, intentad ponerlo lo más tenso posible, mantened y lo relajáis.
- Subid los hombros lo máximo que podáis, y tras mantenerlos en esa posición los relajaréis.
- Elevad los brazos lo máximo que podáis hasta formar, como máximo, un ángulo recto. Contraed los puños con fuerza llegando a sentir la tensión por todo el brazo, mantened y relajad.
- Inclinad la espalda hacia delante llevando los codos hacia atrás, mantened y relajad.
- Inspirad sintiendo la presión en el pecho, mantened esa presión y relajad.
- Contraed los músculos del abdomen, mantened la contracción y relajad.
- Posteriormente, contraed los músculos de los glúteos, y tras mantener la contracción relajaros.
- Levanta una de las dos piernas, no hace falta que la eleves mucho, lo importante es que sientas la tensión en los muslos y los gemelos. Tras mantener la tensión relájala. Repite lo mismo con la otra pierna.
Ahora vamos con los ejercicios de respiración, también deberás estar sentado y con los ojos cerrados.
- Respiración abdominal: para esta respiración es mejor que estéis tumbados, pero también puede realizarse sentados. Colocaros una mano en el pecho y otra en el abdomen, inspirad profundamente de tal forma que el pecho permanezca prácticamente inmóvil y el abdomen se eleve. Aguantad 3 segundos y espirad, el abdomen debe descender. Repetidlo durante unos 5 minutos.
- Respiración torácica: en este caso al inspirar será el pecho el que se eleve y descenderá al espirar, el abdomen permanecerá inmóvil. Repetidlo 5 minutos.
- Respiración completa: se deben elevar tanto el abdomen como el pecho, y también descender ambos. Es una respiración mucho más profunda que las anteriores, y por eso puede que al principio tengamos una sensación de mareo que desaparecerá al poco tiempo. También deberéis realizarla durante 5 minutos.
¡Pues esto es todo! Como habéis visto son ejercicios muy simples que os llevarán muy poco tiempo. Ponlos en práctica y ya verás como dan resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario