¡Hola
otra vez amigos! En esta entrada vamos a hablar de los beneficios del ejercicio
físico sobre nuestro sistema inmune.
El
sistema inmune es el encargado de crear los anticuerpos y defensas que nos
protegen del ataque de microorganismos patógenos. El ejercicio no sólo ayuda al sistema
inmunitario a combatir infecciones virales y bacterianas simples, sino que
realmente disminuye la probabilidad de desarrollo de cardiopatía, osteoporosis
y cáncer.
No se conoce todavía de que manera exacta el ejercicio nos protege de
sufrir ciertas enfermedades y aumenta nuestra inmunidad, pero existen varias
teorías que lo explican:
- La
actividad física nos puede ayudar a eliminar bacterias de los pulmones,
disminuyendo de esta manera las posibilidades de un resfriado, gripe o
cualquier otra enfermedad de
transmisión aérea, y puede eliminar los agentes cancerígenos
(carcinógenos) al aumentar la eliminación de productos de desecho, tales como
la orina y el sudor.
- Otra
teoría sostiene que cuando realizamos ejercicio se envían anticuerpos y
glóbulos blancos (las células de defensa de nuestro organismo) a través
del cuerpo a una frecuencia más rápida. A medida que dichos anticuerpos y
glóbulos blancos circulan más rápidamente, pueden detectar enfermedades de
manera más temprana de lo que normalmente podrían hacerlo, logrando
eliminarlas de manera más efectiva. El aumento en la tasa de sangre
circulante también puede desencadenar la liberación de hormonas que
"alertan" a las células inmunitarias sobre la presencia de virus
o bacterias intrusas.
- La
elevación temporal de la temperatura corporal mientras realizamos
ejercicio puede impedir el crecimiento bacteriano, permitiéndole al
organismo combatir la infección de una manera más efectiva (esto es
similar a lo que sucede cuando el cuerpo tiene fiebre).
- El
ejercicio disminuye la liberación de hormonas relacionadas con el estrés.
El estrés incrementa las posibilidades de que se presente una enfermedad.
Aunque el ejercicio es provechoso, tenga cuidado de no
"excederse". A las personas que realizan ejercicio de manera regular
se les advierte de no desarrollar un programa de ejercicios demasiado
extenuante. Los ejercicios pesados y prolongados (como correr una maratón y el
entrenamiento intenso en el gimnasio) podrían por el contrario disminuir la
cantidad de glóbulos blancos que circulan a través del cuerpo e incrementa la presencia de
hormonas relacionadas con el estrés.
Estudios han demostrado que las personas que se benefician más al iniciar y
cumplir con un programa de ejercicios son aquellas que pasan de un estilo
de vida sedentario a un estilo de vida moderadamente energético. Un ejemplo de
programa de ejercicios que favorecería nuestra inmunidad sería:
- Hacer
ciclismo unos días a la semana
- Caminar
entre 20 y 30 minutos diariamente
- Ir al gimnasio
algún día por el medio de la semana
- Jugar
golf de manera regular
Recuerda que el ejercicio puede
ayudarnos a sentirnos mejor, simplemente por el hecho de hacernos sentir con
más energía y más saludables. Así que ya sabes, anímate a escapar de la vida
sedentaria, ¡no te arrepentirás!
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