¿Por qué hacer ejercicio en la infancia?

¡Hola otra vez amigos! En la entrada de hoy vamos a hablar de los beneficios del ejercicio físico durante la niñez y la adolescencia. Como hemos ido explicando a lo largo de este blog, la actividad física es de vital importancia para mantenernos sanos y en plena forma a lo largo de toda la vida; pero si hay una etapa en la que es especialmente importante, esa es la infancia. Veamos por qué.

El ejercicio físico ayuda a los más pequeños no sólo a estar sanos y desarrollarse física y mentalmente, también a relacionarse de una forma saludable con otros niños. Estar en forma es sinónimo de estar sano. De hecho, es importante saber que si creamos en un niño el hábito de practicar deporte desde el inicio de su infancia, puede que nos ahorremos algunos problemas (tanto a nivel físico como psíquico) cuando llegue a la adolescencia.

Los niños deben encontrar y practicar un deporte que realmente  les guste y apasione. Lo más importante es que estén motivados para practicar cierto deporte, nunca se les debe obligar. Es normal que al principio puede les cueste un poco coger el ritmo, pero si el niño cuenta con el apoyo, de los padres, abuelos…todo irá bien.

Para los niños el deporte es sobre todo, juego y diversión. Los padres también se ven beneficiados ya que,  al mismo tiempo que ven disfrutar a sus pequeños saben que el ejercicio físico, practicado de forma regular, previene muchas enfermedades que se manifiestan en la edad adulta, como la obesidad (cada vez aparece más en la infancia) o la osteoporosis,  y ayuda a superar otras que puede padecer ya el niño, como el asma.

El deporte ayuda a un buen desarrollo de huesos y músculos y como no beneficia enormemente al sistema cardiovascular; pero además, también tiene beneficios a nivel emocional ya que el ejercicio ayuda a los niños a tener más confianza en sí mismos, favorece su autoestima y les ayuda a relacionarse mejor con los demás. No nos debemos de olvidar de que a través del deporte se transmiten infinidad de valores como la solidaridad o el compañerismo y es la terapia más divertida que pueden realizar los niños.

En el paso de la niñez a la adolescencia es muy importante el desarrollo psicomotriz. Cualquier deporte ayuda a este, y por lo tanto aquellos adolescentes que vienen realizando algunas disciplinas deportivas desde pequeños están en mejores condiciones durante el camino hacia la adolescencia.  Lo ideal es que un individuo experimente diferentes deportes para tener la mayor cantidad de experiencias motrices.

Ninguna disciplina deportiva es desaconsejable, aunque algunas parezcan más riesgosas que otras, como el rugby u otros deporte de mucho contacto. Otros, como la natación, presentan a primera vista muchos menos riesgos, pero todos tienen beneficios.

Personalmente te aconsejo que si tienes hijos, sobrinos, nietos… en plena niñez, los incentives para que realicen deporte, no buscando en esto un medio de destacar o ganarse la vida en el futuro, si no buscando que conciban la actividad física como un medio de vida y la mantengan a lo largo de los años, beneficiándose así de todos los beneficios que nos aporta.