sábado, 3 de noviembre de 2012

PACIENTE ENCAMADO II

¡Hola de nuevo! Como os he dicho ayer, hoy vamos a hablar de como movilizar las articulaciones de una persona encamada y también os haremos una breve explicación de como vestirlos. El objeto de esta entrada es que las personas que, de forma ambulatoria, cuidan a sus familiares conozcan las técnicas que se emplean en un hospital para movilizar, asear y  vestir a los pacientes. De esta manera pretendemos conseguir que os sea más cómodo el tratar a estas personas. 




Para vestir a una persona dependiente debemos seguir los siguientes pasos: 

  • Cogemos el pañal y lo estiramos. Ponemos al paciente en decúbito lateral y  metemos la tira del pañal por debajo del paciente. Después lo cambiamos de lado y acabamos de colocar el pañal. Una vez colocado el pañal lo aseguramos con las tiras. 
- RECORDAD QUE:


DERMATITIS.
  • Una vez colocado el pañal pasaremos a colocar el pantalón. Es importante que el pantalón no tenga botones y que, en su lugar, tenga gomas. Es interesante el contarle en todo momento lo que le vamos a hacer al paciente para que este esté tranquilo y sosegado. Una vez colocado el pantalón le ponemos los calcetines siempre evitando los pliegues.
  • La parte de arriba se debe introducir hasta los hombros elevándole lo mínimo la cabeza. 
  • Después elevamos primero un brazo e introducimos la manga y después el otro. Ponemos al paciente en decúbito lateral y bajamos la prenda de ropa de un lado y despues del otro. 
  • Si bien es cierto, sería mucho mas cómodo si la prenda superior del paciente fuese abierta, tipo camisa, ya que así lo único que habría que hacer es, introducir una manga; pasar la camisa por debajo del paciente poniéndolo en decubito lateral; meter la otra manga y abrochar los botones o subir la cremallera.  
A continuación hablaremos de como movilizar a un paciente de forma eficaz, y evitando lesiones a las personas que realizan la movilización:
Debemos mantener la espalda en posición recta (recta no siempre quiere decir posición vertical). Una espalda derecha hace que la espina dorsal, los músculos y los órganos intestinales estén en alineación correcta. Debemos situar bien la palma de las manos debajo del paciente para no realizar la fuerza únicamente con los dedos, ya que se realiza una fuerza mayor con la palma de las manos que unicamente con los dedos, y así evitamos lesiones digitales. Los brazos deben tener una ligera flexión ya que si están estirados perderán mucha fuerza. Los pies tienen que estar separados uno delante y otro atrás y, a la hora de realizar el primer esfuerzo para elevar el peso debe ser el pie de atrás el que haga el impulso. 
La elevación del paciente debe realizarse entre varias personas y para que estén coordinadas a la hora de ejecutar el impulso podemos hacer la técnica de un, dos, tres ¡arriba!.
Si seguimos todos estos pasos la elevación del paciente no debería suponer ningún riesgo de lesión para la persona que ejecuta la tarea. 

movilización de paciente. 
Si tenemos una entremetida la movilización del paciente se volverá muchísimo más sencilla y productiva. 


Pasaremos a favorecer el rango de movilidad de una persona dependiente. 
Si la inmovilidad es total deben realizarse cambios posturales pasivos, como mínimo cada dos horas, asegurando que la postura sea correcta para evitar espasticidad, contracturas o posturas viciosas (especialmente importante tras un accidente cerebrovascular o ictus). Se iniciarán ejercicios, inicialmente pasivos, para aumentar el rango de movilidad articular. Las maniobras deben realizarse cuidadosamente, con movimientos continuos y mantenidos, sin provocar dolor. La aplicación de calor húmedo suave sobre las articulaciones hace posible que el estiramiento sea mayor y se reduzca el dolor. En cuanto sea posible el paciente debe realizar ejercicios de movilización activa en la cama: girar hacia los lados y flexionar el tronco hacia delante. Hay que ayudar al paciente a sentarse en el borde de la cama periódicamente, con los pies apoyados en el suelo, aumentando el tiempo de sedestación poco a poco, hasta que mantenga el equilibrio sin ayuda y pueda estar sentado media hora tres veces al día.
Debemos favorecer la movilidad de la persona encamada movilizándo las muñecas y  los tobillos mediante la rotación de las mismas. También podemos movilizar las rodillas y las caderas favoreciendo el ejercicio de flexión y extensión. 
Flexión rodilla
Rotación muñeca
Rotación tobillo. 
Estos son algunos ejemplos que podemos aplicar a la hora de movilizar las articulaciones de un paciente. Espero que estas dos entradas os haya servido de ayuda para cuidar mejor a las personas mayores que tienen que estar encamadas. Un saludo


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