viernes, 2 de noviembre de 2012

Mejorar la circulación en personas mayores y con poca movilidad


La mala circulación es un problema muy serio y grave que afecta a la gran mayoría de las personas mayores. Este problema puede causar dolor en las extremidades, mala coloración de las mismas, temperatura desajustada e incluso puede afectar al riego cerebral. Este problema se agrava cuando dichas personas sufren dificultades de movilidad, ya que el hecho de no poder moverse acentúa todavía más la mala circulación. En esta entrada vamos a daros una serie de consejos para que aquellas personas que se mueven con mucha dificultad puedan mejorar su circulación; si resultara muy complicado realizar los movimientos, pueden ayudar a realizarlos otras personas de manera suave.

Para luchar contra la mala circulación conviene que movamos todo el cuerpo, sobre todo las extremidades que es el lugar más frecuente al que afecta esta. Moveremos todo el cuerpo de manera ordenada.
Comenzaremos por los pies. Podemos flexionarlos y estirarlos alternativamente, hacer círculos con ellos a un sentido y a otro y si nos encontramos con los pies apoyados en el suelo podemos pisar alternativamente con la punta y el talón. Seguiremos con las rodillas, levantándolas y bajándolas del suelo, luego las estiraremos y flexionaremos (podemos hacerlo con las 2 juntas o primero con una y luego con otra). 
Seguiremos con las manos y los brazos. Para mejorar la circulación en las manos podemos simplemente coger una pelota blanda y apretarla y aflojarla alternativamente. Seguiremos haciendo círculos con las manos  hacia adentro y hacia afuera. Posteriormente flexionaremos y estiraremos los codos, repitiendo con estos el movimiento circular. Levantaremos después los hombros, los aguantaremos unos segundos y los pondremos en posición horizontal; aguantamos unos segundos y los dejamos caer de nuevo.
Para mover el cuello es imprescindible hacerlo con mucho cuidado y lentitud, para evitar lesiones cervicales y posibles mareos.  Se recomiendan hacer movimientos circulares para comenzar  y luego mover la cabeza a los lados (como cuando decimos que no) y luego de arriba abajo (como cuando asentimos).
Si la persona se sostiene de pie, puede también realizar giros con las caderas hacia los lados y arriba y abajo. También puede doblar la columna vertebral hacia adelante y colocarse en posición normal después.
En realidad cualquier tipo de ejercicio va a beneficiar la circulación, pero estos ejercicios están especialmente indicados para aquellos con menos posibilidades de moverse, por eso pueden realizarse tanto estando sentados como en una cama y si por uno mismo es imposible siempre podemos pedir la colaboración de alguien que nos ayude a realizarlos. Quizás los resultados no serán tan notables como cuando andamos o corremos, pero para alguien que no se mueve en todo el día es un gran beneficio realizar esta rutina una o dos veces al día, puesto que no solo ayudaremos a mejorar la circulación, también ayudará a que no se entumezcan las articulaciones.

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